Todo parecía marchar sobre ruedas en el fuero interno, crecía la imagen de Alberto, él se posicionaba como un líder y todos estaban contentos. Pero, debajo de él, hay un poder real que no deja de crecer y construirle muros de contención, eso quedó demostrado en los últimos días.
Desde el viernes negro quedó en evidencia la falta de idoneidad de Alejandro Vanoli, cuya última gran a aparición gloriosa había sido como ideólogo del “dólar futuro” un papelón que pocas veces se vio en el mercado financiero mundial. Pero el peor de los fracasos fue el de la IFE, mientras autónomos y monotributistas comen, con mucha suerte arroz, Vanoli desde su lujosa oficina y tomando café italiano anunciaba que la ayuda se iba a cobrar en julio, es decir meses después que el hambre y las deudas hayan desatado una pandemia de bronca social peor a la del corona virus. Pero, como buen kirchnerista, atendió bien a sus niños mimamos, los beneficiarios de la AUH se llevaron a su casa los 10 mil pesos en tiempo y forma, sin trámites complejos, ni ningún tipo de demoras.
Peor fue cuando se le encargó a Vanoli buscar una solución para las alicaídas economías de los monotributistas clase C y D, lo único que se le ocurrió fue un crédito a tasa cero, que se deposite en sus TARJETAS DE CRÉDITO, una locura, peor que eso, una broma cruel, principalmente porque la mayoría de los monotributistas de esa categoría no cumplen los requisitos para tomar créditos y además de eso, pasaron 45 días desde que se decretó la cuarentena y pasarán varios más hasta que logren sacar un crédito, los pocos que logren sacarlo. Cuando se lo entreguen sólo será crédito en sus inexistentes tarjetas y no permitirá pagar las deudas impagas que tomaron hasta ahora para llevar un plato de comida a su mesa.
¿Se preguntan si esto afectó en algo la imagen del Gobierno? El fin de semana tronaron las cacerolas como nunca habían sonado desde el 2001, ya no en zona norte de Buenos Aires, también en el conurbano profundo, la Matanza, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Tucumán y hasta en alguna provincia norteña ultrakirchnerista y dictatorial. Esta vez era la clase media que caceroleaba por los presos liberados, tema que abordaremos en párrafo aparte, hacía tronar las cacerolas por su economía crítica, por la falta de respuestas de los funcionarios políticos, por la burla de que haya dinero para todo salvo para reducir impuestos a los que generan empleo.
Con todo ese ruido, Alberto tomó la decisión de rajar a Vanoli, pero sus aliados le dejaron en claro, que él tendrá el sillón de Rivadavia, pero no es quien gobierna el país. Apenas si lo dejaron reubicar al funcionario inoperante en DOS CARGOS de menor exposición y le dieron la caja del Anses y la responsabilidad de solucionar estos problemas a una neófita del riñón kirchnerista como María Fernanda Raverta. Un cargo que, como nunca, hoy necesita de alguien que maneje las cuentas como un experto, quedó en manos de una Licenciada en Trabajo Social, que vendría a ser algo así como una especialista en visitar casas con una planilla, para diseñar soluciones inaplicables.
“Liberar 10 veces más presos a Kicillof no le parece mucho, pero todos sabemos que no es muy bueno con los números, de hecho la última vez que lo mandamos a negociar algo terminamos debiendo más plata que antes.”
Pero, la cosa no quedó allí para marcarle la cancha, la Secretaría de Justicia de Derechos Humanos pidió la liberación del emblema de la corrupción kirchnerista, Ricardo Jaime, sin consultarle siquiera al Presidente, cuando no logró eso encabezó una negociación con presos de Villa Devoto, dejó asentada la firma en un acta como “representante del Poder Ejecutivo” y prometió revisar excarcelaciones.
Pero las humillaciones a Alberto no terminaron ahí, cuando se pudrió todo, lo hicieron salir a poner la cara y a decir que quien libera presos es la Justicia y que él no tenía nada que ver. Claro, nadie la había avisado, que en el acta alguien había firmado en representación suya. Para “tapar” las fake news y tirarle un salvavidas de concreto salió hoy Axel Kicillof y dijo que los presos liberados por COVID-19, eran menos de 500, sólo bastó ir al patronato de liberados para enterarnos que en el mismo período del año pasado, se habían liberado 50 presos, más de uno por día, que es un montón, pero 10 veces menos que este año, liberar 10 veces más presos a Kicillof no le parece mucho, pero todos sabemos que no es muy bueno con los números, de hecho la última vez que lo mandamos a negociar algo terminamos debiendo más plata que antes.
Como golpe de gracia a la imagen de Alberto, mientras el Presidente intenta ahorrar hasta el último centavo para bajar la emisión monetaria, en un país con una inflación que empieza a descontrolarse, con un “dólar blue” que no para de crecer y agrandar la brecha con el dólar oficial, que sólo vive en el imaginario del BCRA, Cristina Fernández y su ex enemigo acérrimo Sergio Massa le metieron una compensación retroactiva de 2.300 pesos diarios para los empleados legislativos que trabajaron en cuarentena. O sea, los empleados del Poder Ejecutivo, los del Poder Judicial, los médicos, los enfermeros, los recolectores de basura los policías, bomberos, empleados de todos los municipios del país, deben soportar mirar las migajas de sus salarios devaluados por la inflación, mientras los empleados que los diputados y senadores contratan a dedillo, se llevarán un suculento aguinaldo sólo por haber cumplido su tarea, como cualquier otro Argentino. Música de meme, imágenes de un velorio en Ghana ataúd con el nombre “Presidencia de Alberto Fernández”.
La entrada <span class='p-name'>El ocaso de Alberto ¡No me abraces más, volvió Cristina!</span> se publicó primero en La Crítica.
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